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Hace poco conocí a una señora muy agradable. A través de ella también conocí la historia de su esposo, un hombre ya retirado, también muy buena gente. Él cuenta que durante toda su vida laboral fue gerente general de varias empresas y, a pesar de la abundancia, siempre manejó su vida financiera con mucha prudencia: siempre gastó menos de lo que ganaba y además ahorró lo que pudo.  A la vista de todos nosotros ellos dos fueron muy sabios e hicieron lo correcto con su dinero. Sucede que llegué a conocer a estas personas porque hoy en día no tienen un sustento para vivir y alimentarse, no tienen un hogar, ni muchas esperanzas para el futuro. ¿Por qué están en esta situación entonces, si han hecho lo correcto durante toda su vida?

Porque ahorrar NO es rentable, eso NO te da más plata y además, cuando te quedás sin trabajo, un día el ahorro se te tiene que acabar. Conozco mucha gente que pone toda su confianza en sus ahorros y luego, cuando todo se acaba se preguntan ¿qué pasó, si todo lo hice bien durante años? Quiero aclarar que no estoy diciendo que ahorrar sea malo, no. Lo que quiero decir es que NO es rentable.

Cuando le pregunto a las personas ¿si tienen inversiones? me contestan que sí, que acaban de comprar una casita o que le acaban de hacer el cuarto a su niño o que se compraron por fin el carrito que siempre habían querido. Todo eso está bien, sólo que esas NO son inversiones. Esas cosas NO te dan más plata.

La mayoría de las personas asalariadas CONSUMEN el 100% del sueldo que les cae (y muchas veces hasta más) y no invierten en cosas que les den más dinero, sólo consumen o ahorran. Menos del 3% de las personas asalariadas utilizan MENSUALMENTE parte de sus ingresos para hacer cosas que les den más dinero: a esto se le llama INVERTIR, a los gastos que vos hacés y que sí te dan más plata.

La mayoría de los asalariados están esperando a quedarse sin trabajo para decidirse a poner un negocito que les dé para vivir. Pero…. aquí hay un pero, y por eso nos vamos a detener. Si no tuvimos disciplina para poner a PRODUCIR parte de nuestro sueldo cuando tuvimos un ingreso fijo, menos que tengamos disciplina para destinar parte de las ventas que nos den nuestros negocitos a producir y crecer, porque ya no tenemos ingresos. En otras palabras: si te comiste todo cuando tuviste ingresos fijos, imaginate cómo vas a hacer cuando ya no tengás ingresos. El otro factor que hace que nuestros negocios recién puestos no funcionen, es que no tenemos experiencia en ellos y la inexperiencia tiene un costo financiero altísimo.

Otros no invierten parte de su sueldo de manera regular porque están esperando tener mucha plata ahorrada para poner un GRAN negocio que les resuelva todos los clavos y necesidades de su vida (y además no volverle a ver la cara al jefe!) y aquí vamos de nuevo: aunque la inversión sea buena y el negocio también, tu factor inexperiencia tiende a meter en problemas tu inversión.

Y ya por último, si te quedás sin trabajo y tenés ahorros te ves en la encrucijada siguiente: si como no invierto y si invierto no como. ¿Entonces?

Ser asalariado es lo mejor que le puede pasar a tu vida en este momento ¿Qué sucedería si MENSUALMENTE destinaras el 5% de tu sueldo a hacer algo que te dé más plata? Hagamos un ejemplo: si en febrero ganás C$ 10,000.00 (Diez mil córdobas), agarrás el 5% de eso que serían C$ 500.00 (quinientos córdobas) y los ponés a hacer algo que te dé más plata, cualquier cosa que a vos te guste, algo sencillo, que además tengás tiempo de hacer aún estando en tu trabajo. Yo te apuesto que si pensás un poco encontrás una buena idea. Al final de febrero esos C$ 500.00 se te convirtieron en C$ 600.00, o sea, tuviste una ganancia de C$ 100.00 en un mes. Si seguimos con el principio de invertir el 5% de todos nuestros ingresos netos en el mes de marzo deberíamos invertir C$ 1,005.00 ¿por qué? bueno, C$ 500.00 (de marzo) + C$ 500.00 (de febrero que no son tuyos, son de tu negocio) + C$ 5.00 (de la ganancia de febrero). Y de esos C$ 1,005.00 que vas a invertir, suponete que hiciste al final de marzo C$ 1,300.00, o sea, te ganaste C$ 295.00 (de los cuales vas a destinar el 5% el próximo mes para invertir). Resulta que en abril deberías estar invirtiendo C$ 1,519.75 en tu micro negocio, ¿por qué? bueno, C$ 500.00 (de abril) +C$ 500.00 (de marzo) + C$ 500.00 (de febrero) + C$ 14.75 (de la ganancia de marzo) + C$ 5.00 (de la ganancia de febrero). Además que a tu billetera han llegado a parar C$ 375.25 que te ha generado tu negocio y que te los podés comer en lo que a vos se te antoje! Y si hacés este ejercicio todos los meses verás como al final del año tenés un montón de cosas aparte de capital financiero y ganancias:
1.   Tenés capital intelectual: o sea, experiencia en hacer lo que te gusta
2.   Tenés capital relacional: o sea, ya hiciste una red de contactos que te conocen haciendo ese negocio y te empiezan a recomendar y además te compran
3.   Tenés capital estructural: ya sabés cuáles son los procesos que te hacen plata rápido y cuáles te hacen perder el tiempo y el dinero
4.   Tenés capital financiero: en vez de ahorrar has venido invirtiendo
5.   Tenés ganancias: a tu billetera llegan realitos de otra fuente que no es tu salario
6.   Tenés capital emocional: este es el más importante de todos, ya perdiste el miedo a perder (porque yo sé que vas a perder algo en algún momento), sólo que ya no te va a doler tanto y te vas a poder levantar y volver a comenzar por todas las razones anteriores. Además, vas a perder poco porque no lo arriesgaste todo!

¡EL MEJOR MOMENTO PARA INVERTIR ES CUANDO UNO ES ASALARIADO!
Para finalizar sólo quiero pedirte que en esto de los dineros no te olvidés de Dios, porque de Él nos viene todo para nuestra purificación y nuestra santificación. No dejés que el dinero se te convierta en tu Dios. No pongás tu confianza en el dinero, sólo administralo como Dios manda, dando tus primicias y tus diezmos sin falta como gesto de agradecimiento a su amor y como gesto de amor tuyo hacia las demás personas. LA MEJOR CUENTA DE AHORROS QUE UNO PUEDE TENER ES EL DIEZMO! Dios bendice al dador alegre!

El Señor en su palabra dice:

Pero tú, sé indulgente con el humilde y no le hagas esperar tu limosna. Socorre al pobre para cumplir el mandamiento, y en su indigencia, no lo despidas con las manos vacías. Pierde tu dinero por un hermano y un amigo: que no se herrumbre bajo una piedra y lo pierdas. Deposita tu tesoro según los mandamientos del Altísimo y te reportará más provecho que el oro; que el tesoro encerrado en tus graneros sea la limosna, y ella te preservará de todo mal: mejor que un fuerte escudo y una lanza pesada combatirá a tu favor frente al enemigo. Eclesiástico 29, 8-13