LA MONTAÑA

Lloré, lloré y lloré a mares, sin parar, con sentimiento como dice la gente, cuando la televisión mostró la cara de los niños al ver como sus padres eran PARIDOS por la tierra luego de 2 ½ meses de gestación y salían por un hueco estrecho del vientre de la montaña. Era igual como cuando un padre varón llora al ver que su hijo está naciendo por un hueco estrecho del vientre de su esposa, sólo que al revés, esta vez les tocaba a los hijos y a las esposas de los mineros de Chile ver como sus padres y esposos eran paridos por la montaña. Lloré cuando el rostro de esos niños revelaba que estaba viviendo la experiencia más enriquecedora de sus vidas, la experiencia de nacer dos veces, de lograr lo imposible, de que las esperanzas existen y que la fe de un equipo literalmente “mueve montañas” ¿o no?

Lloré y me arrodillé y oré cuando estaba bajando por primera vez la cápsula Fénix II, pusimos en las manos de Dios ese milagro y todos en familia seguimos de inicio a fin la transmisión del rescate, porque sabíamos que aprenderíamos una gran lección de humanidad al ver esta obra de Dios. Aprendimos que Él tiene poder para sacarnos de cualquier hoyo, no importan que estemos 1 kilómetro bajo tierra y que no haya salida. Él puede construirla si todos nos unimos.

¿Y vos? ¿en qué hoyo te encontrás? ¿en el hoyo de las deudas? ¿en el hoyo del divorcio? ¿de los jefes insoportables? ¿de los empleados que no quieren trabajar? ¿de los clientes invivibles? ¿de la depresión? ¿de la tristeza? ¿de la desesperanza? ¿de la falta de efectividad? ¿de la autocompasión? ¿En qué hoyo estás?

Miro con frecuencia en las empresas que se gastan miles de dólares en capacitaciones y eventos para motivar y muy en el fondo los mismos gerentes NO CREEN que eso sirva para algo ¿Qué sucedería si todo un equipo gerencial se propone “rescatar” al empleado más insoportable de la empresa? ¿Qué sucedería si todos le dicen a él, desde el fondo de su corazón y con verdadera convicción, que sí puede salir de ese hoyo de inefectividad? ¿Qué sucedería si los jefes oraran por sus empleados? ¿Qué sucedería si los empleados de las empresas creyéramos que nuestro jefe sí puede salir del hoyo de la frialdad si todos le damos la mano para sacarlo de allí?

En mi familia hemos aprendido que unidos “igual que el equipo de rescate” podemos sacarnos de cualquier hoyo aunque sea a 700 metros bajo tierra. Aprendimos que si creemos que lo podemos lograr lo lograremos. Aprendimos que la vida de cada ser humano es tan importante como nuestra vida y que por eso vale la pena hacer “todo lo posible” para sacarnos del hoyo UNA Y OTRA VEZ (esto es muy importante). Hemos aprendido a creer en Dios y a creerle a Dios. Si podés creer eso, podés creer en tu gente!